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En la historia del país, podríamos decir, que hubo psicología desde antes de su aparición en Colombia en 1947, llevada a cabo por personas sin ningún entrenamiento, guiado por pensamientos que a su modo contribuyeron a recorrer el camino que debió correr esta disciplina para llegar a su forma actual.
Muchas de las culturas primitivas reaccionan a los eventos ocurrentes y los relacionan con poderes trascendentes y espiritualistas. En un análisis de pensamiento indígena colombiano se puede observar una mezcla de elementos naturalistas y mágicos en su pensamiento sobre el hombre y su comportamiento. En una mezcla de creencias mágicas y pensamiento concebían ideas explicativas a fenómenos psicológicos tales como que "la locura se debe a la presencia de mariposas nocturnas en la cabeza, cuyo aleteo incesante desequilibra al individuo”. Estas y otras enfermedades fueron diagnosticadas, tratadas y prevenidas por medio de amuletos, hierbas medicinales o rezos.
Todo este pensamiento fue modificado con la llegada de los españoles, trayendo consigo lengua, cultura, religión y filosofía. En los establecimientos educativos que se fundaron especialmente en Santa Fe de Bogotá, el pensamiento era dependiente de la teología y la filosofía que se enseñaba. La influencia religiosa era casi total en esa época lo que se reflejó en el pensamiento psicológico de la época. En los seminarios y en los colegios se enseña psicología escolástica. Dicha psicología trataba sobre un alma espiritual, tal como era concebida por San Agustín y Santo Tomás.
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San Agustín estableció las bases de una disciplina psicológica con objeto (el alma, la mente, el yo) y métodos propios (la introspección), pero que respondía más a sus intereses teológicos que a su contacto con los eventos psicológicos. Mientras que la importancia del pensamiento de Santo Tomás en el contexto de la historia de la psicología colombiana radica en que fue la primera psicología que se enseñó formalmente en los seminarios y colegios que se establecieron en el Nuevo Reino de Granada. Esta psicología obedecía a intereses apologéticos y dependía no sólo de una filosofía particular, sino de la teología católica. Inclusive, la traducción y la publicación del primer libro de psicología (1793) obedecieron a razones religiosas.
Debido a este pensamiento teológico muchas de las enfermedades psicológicas fueron atribuidas a espíritus malignos, las enfermedades mentales eran de consideraciones morales y religiosas. “No había causas verdaderamente importantes contra la fe y lo que principalmente se castigó fue la deshonestidad” (Rosselli, 1968).
La Inquisición fue abolida definitivamente en 1821 por el gobierno de Colombia y la influencia francesa fue evidente. Los intelectuales criollos mantuvieron su fidelidad hacia lo religioso y a pesar de esto empezaron a tener interés acerca del “saber mundano”. De esta forma, la filosofía, la historia, la ética y la psicología se convierten -al menos en principio- en ciencias naturales, y al igual que éstas, quedan sometidas al análisis racional y a la observación empírica (Alexander y Selesnick, 1979: 141).
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Francisco José de Caldas (1768 - 1816), fue el primer colombiano que hace contribuciones a la psicología, con la publicación en 1808 de una monografía llamada “Del influjo del clima sobre los seres organizados”, en la que analiza y describe cómo el ambiente físico afecta la conducta de los seres humanos apoyado en algunas ideas de los científicos de la época. En aquel entonces esta afirmación era considerada revolucionaria, ya que se sabía que el ambiente podría facilitar o dificultar la vida de las personas y su conducta pero no determinarla por completo. Como se ve, en lo que Caldas llama “ambiente” se acerca mucho a la definición que hoy en día se le da que es “todo aquello que puede afectar a un organismo”.
En referencia al hombre Caldas afirmaba: el hombre es un compuesto de dos sustancias esencialmente diferentes, de un puñado de polvo que le arrastra sobre la tierra y lo confunde con los brutos, y de aquel soplo divino que le eleva y le pone al frente de la creación (Caldas: 112). Por medio de este pensamiento toma una posición dualista pero acepta una interacción entre las dos sustancias al afirmar: Estas dos partes están íntimamente unidas y no puede padecer la una sin envolver en su desgracia a la otra. Una fiebre, un exceso de debilidad en su cuerpo, pone en delirio a su espíritu. Un golpe de fortuna adversa, una contención violenta de sus potencias, extingue el apetito, agria el alimento y altera todas las funciones de la máquina. El cuerpo del hombre, como el de todos los animales, está sujeto a todas las leyes de la materia (Caldas: 112 - 113). A pesar de las afirmaciones anteriores, Caldas señala que éstas no quieren decir que el clima sea determinante, sólo influyente. El hombre tiene siempre "la voluntad libre de abrazar el bien o el mal" (Caldas: 113).
Con todas estas teorías pudo relacionar el carácter de las personas en las distintas regiones del país y por medio de varias observaciones pudo ver como se comprobaban sus teorías en las distintas regiones del país y afirma:
“En contraposición al indio de las cordilleras, el blanco y el mestizo de estas mismas regiones son descritos por Caldas como de carácter más dulce, con un culto establecido, con sólidos principios de moral y justicia: "Un cielo despejado y sereno, un aire suave, una temperatura benigna han producido costumbres moderadas y ocupaciones tranquilas" (Caldas: 133).
Como se puede observar Francisco José de Caldas dio contribuciones a la psicología en Colombia al generar los primeros pensamientos psicológicos mostrando como la forma de ser del colombiano estaba relacionada con la tierra donde habitaba.
